Esta noche, 4 de noviembre, aquí ya Madrugada del 5, sabremos los resultados de las elecciones en Estados Unidos. Son las elecciones en el núcleo del imperio. Aquí , en las colonias, la opinión está dividida. Por un lado los defensores de Bush se ponen al lado de McCain. La socialdemocracia española al lado de Obama, piensan quizás que no tendrán que andar pedigüeñeando un sitio entre los explotadores universales, que Obama les dejará situarse en una esquina.
No es malo que un negro llegue a la presidencia de los EE. UU. No es malo, relativamente, entendiendo que la humanidad debe ir a la igualdad de razas y pueblos. Aunque negra es Condoleezza Rice, Secretaria de Estado, y uno de los pilares del gobierno Bush y negro también era el otro Secretario de Estado Colin Powell que ahora parece que apoya a Obama. Recordemos que este último dirigió la "tormenta del desierto" con la que se invadió y arruinó a Irak con el pretexto de la existencia de armas de destrucción masivas.
Pero , ya digo, bien que el próximo presidente de los EE. UU. sea negro. Aunque me temo que aunque Obama sea un negro "blanco" al estilo de Denzel Washington o de Sydney Poitier, y a pesar de las veces que Morgan Freeman ha hecho de presidente, el establishment no lo va a permitir y la sombra de un atentado planea sobre esta elección.
Los magnicidios son algo frecuente en la cuna de la democracia capitalista y forman parte de su esencia, desde Lincoln hasta kennedy,pasando por Malcolm X o Luther King.
